Primera Passivhaus en España
Con el calor que genera un secador de pelo bastaría para calentar dos de las 29 viviendas (Passivhaus) construidas en el barrio de Soto de Lezkairu (Pamplona).
Los 29 pisos de poco más de 75 metros cuadrados, repartidos en siete plantas, se calientan con menos de 10W el metro cuadrado. Por eso este bloque de vivienda ha recibido el certificado estándar Passivhaus que avala que su consumo energético es prácticamente nulo gracias, fundamentalmente, a un buen aislamiento. ¿Cómo se consigue un buen aislamiento?
Materiales «Passivhaus»
– Aislamiento: se proyecta una envolvente térmica continua por el exterior del edificio, que no se interrumpe en cubierta ni en planta baja. El aislamiento exterior minimiza los puentes térmicos.
– Puentes térmicos: se han modelizado con un programa de cálculo de puentes térmicos todos los detalles constructivos. De esta manera puede garantizar que en cualquier punto del interior del edificio se contará con al menos 17º C de temperatura.
– Carpintería y acristalamiento: un conjunto formado por un perfil de PVC de altas prestaciones.
– Alta hermeticidad: en todas las viviendas se ha realizado ensayo de soplado de puerta, aplicando normativas EN13829 e ISO 9972.
– Ventilación con recuperación de calor: se ha utilizado una ventilación mecánica de doble flujo, con recuperación de calor de alta eficiencia.
Recuperación de Energía
Finalmente, la recuperación del calor, gracias a la ventilación mecánica de doble flujo, permite que no sea necesario calentar completamente el aire renovado.
Los componentes del estudio VArquitectos insisten en el cálculo conjunto de cada una de estas medidas. “No se puede plantear un grosor de aislamiento sin haberlo calculado de acuerdo con los otros acabados como un determinado vidrio. Un proyecto certificado Passivhaus debe analizarse en todos sus parámetros, permitiendo definir las calidades y espesores precisos”. A partir de ese cálculo, cualquier volumen geométrico puede ser un edificio energéticamente pasivo. “No tiene sentido construir ahora edificios que no estén ya en esos parámetros, porque su vida útil va a ser mínimo de 75 años y estaríamos creando edificios obsoletos. Los edificios de consumo casi nulo, rehabilitados o de nueva construcción, son un paso necesario en la reducción de las emisiones a la que se ha comprometido la Unión Europea.
Su próximo reto: el bloque de viviendas sociales de 27 plantas que ya están construyendo en el Barrio de Bolueta, en el sur de Bilbao. En febrero de 2018 estarán listas las 171 viviendas que ocuparán el edificio Passivhaus más alto del mundo.